BAILANDO ENTRE LUZ Y SOMBRAS
Alguna vez me preguntaron ¿Qué sientes
cuando bailas? Para esta pregunta nunca pude dar una respuesta concreta. Cuando
bailo siento una mezcla de sensaciones; sentimientos que encuentras en cada
paso. Bailar no solo es mostrar una coreografía, es proyectar la letra de
cualquier canción, es proyectar la melodía, contar una historia, para que así
el público pueda deleitar su vista de una manera que sea agradable para su
entretenimiento.
En mi proceso de formación no solo he aprendido
la técnica para Jazz Dance o Street Dance. También he aprendido que cuando queremos
brillar en este mundo con bastante competencia, debemos ser constantes con lo
que queremos, llevar una rutina diferente, tenemos que hacer ejercicios,
mantenernos en forma para poder ganar elasticidad y realizar “trucos” dentro de
las coreografías.
Aprendes con el tiempo que si eres nuevo y
no tienes influencias tienes que escalar desde abajo por tus propios méritos,
muchas veces la injusticia se hace presente porque te esfuerzas bastante para
que luego todo tu esfuerzo no sea reconocido y alguien que no hizo nada ocupe
el lugar que tu merecías, algo que tienes que aprender es a ser una persona
fuerte y que esos pequeños tropiezos no hagan que dejes de bailar, siempre habrá
alguien a quien le guste la manera en que expresas la música con tu cuerpo.
En estos tiempos por el tema de la pandemia
ya no podemos bailar en los escenarios, mucho menos hacer clases presenciales,
algo que extrañamos bastante además del poder pisar un escenario como el teatro
“Acha” dónde tuve mi última presentación, extraño eco de cada movimiento, el
sonido de los aplausos que era recompensa de un buen trabajo, pero eso no nos
detiene, aún seguimos entrenando y ensayando, para que cuando llegue el momento
demos todo de nosotros una vez más.
En fin aún me falta mucho por aprender porqué
nunca se termina de adquirir la técnica correcta, como dice mi profesor:
"Siempre busca más, no te conformes con lo que tienes, puedes hacer
más."
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