EL PROBLEMA DE COMUNICACIÓN SOCIAL Y LA MEDIOCRIDAD EN LA CRÍTICA

 


La carrera de Comunicación Social de la Universidad Mayor de San Simón empezó a trabajar el primer semestre de 1998 y compartía varias materias con la carrera de la que nace: Sociología.

No fue hasta 2004 que se decide reestructurar la carrera y darle un enfoque más comunicacional, independizándose de Sociología. El segundo semestre de 2005, Comunicación estrena malla curricular con 55 materias que, en más de 15 años, no fue actualizada con los requerimientos que el campo laboral exige en Bolivia y menos en el mundo.

Hablar de una reestructuración de una malla curricular sin hacer investigación previa es lanzar a la suerte opiniones completamente imparciales y lo que parece ser gustos completamente objetivos ante algunas materias ya vencidas, recursadas, ignorando la calidad completa que estas podrían brindar con buenas condiciones.

Y de eso se tratará esto, porque más allá del “REGLAMENTO PARA AJUSTES PARCIALES AL PLAN DE ESTUDIOS DE PROGRAMAS Y CARRERAS DE LA UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN SIMÓN” y la nula explicación de la creación de la malla curricular de la carrera en internet. No tenemos las herramientas necesarias para poder hablar concretamente sobre una re-estructura de materias o ni siquiera, hablar de un cambio de esquema real. Además, que el tiempo nos juega en contra y la situación actual del país y de la universidad es muy complicada.

Para contextualizar un poco, en el artículo 6 del capítulo 1 de dicho texto (Aprobado en 2016) que es usado como base para este análisis, nos relata diferentes conceptos que debemos entender, uno de ellos es el Plan de estudios, que se refiere al conjunto de unidades de formación, y las unidades de formación son las distintas materias y asignaturas que existen en una carrera.

El capítulo 2 nos habla de “ajustes parciales” que pueden haber dentro de una unidad de formación para mejorar el aprendizaje, actualizarse e innovar en el mismo, pero como nos damos cuenta, las mismas materias se siguen repitiendo a lo largo de los años. Y para ser sincero, en un 50% de esas materias no aprendí lo suficiente. Al menos no con la metodología y el plan global de los docentes que no pueden (o no quieren, no sé cuál será el caso) actualizarse.

La vida nos exige aprovechar las mínimas oportunidades que nos ofrece, y en un país con un campo laboral sobrecargado de profesionales y artistas comunicacionales empíricos, aprovechar dichas oportunidades es un infierno. La gran mayoría de jóvenes de la UMSS que buscan sobresalir en el área comunicacional en el exordio de sus carreras deben, por obligación profesional, especializarse por su cuenta en lo que quieren trabajar. Sin embargo, la política universitaria juega en contra de aquellos estudiantes que pasan horas y horas de cursos extras para mejorar sus capacidades y al momento de poner en práctica en muchas materias, los docentes (que no se actualizan) frenan esa fresca enseñanza que no les da la universidad.

La realidad es que la carrera de Comunicación Social no llena el vacío profesional que los estudiantes buscan, y no solo es por docentes mediocres o compañeros regulares (Y aclaro para que no se ofenda nadie, que estudiantes buenos y malos hay en todos lados, al igual que docentes buenos y malos), sino también por lo obsoleta de su malla curricular.

En tiempos de redes sociales e interacción cibernética, la carrera vive en los años 90. Diariamente las exigencias de los canales de televisión, radios y periódicos evolucionan junto con las tecnologías. Los requerimientos esenciales para el trabajo y las prácticas profesionales no se aprenden sino recién en quinto semestre para adelante, obviando conocimientos que muchos dirían que son el paso inicial hacia un mundo digital. Y más para un estudiante que tiene que encargarse toda su vida (si trabajará de eso, claro) del manejo comunicacional, en donde siempre están incluidas las redes sociales o plataformas similares.

La fotografía, televisión, radio, análisis de las imágenes son solo algunos ejemplos de materias que deberían estar entre segundo y cuarto semestre por su peso dentro de los medios y la importancia a la hora de hacer prácticas, porque, cómo quieres hacer un buen trabajo en Televisión (Quinto semestre) si no tienes idea alguna de los planos y leyes de composición.

Muchas veces los docentes nos dicen “No vamos a valorar el esfuerzo por hacerlo profesional” Lo que limita la nota de los que sí nos esforzamos para darle ese enfoque de lo que aprendimos por nuestra cuenta, pagando matrículas a escuelas de fotografía y sonido. Siendo que la carrera tiene materias enfocadas a eso, pero mucho después de lo que realmente es necesario.

Otros como manejo de redes digitales, procesos comunicativos audiovisuales, que ya están implementados en universidades latinoamericanas, prácticamente no existen aquí, y no hay señales de que podamos implementarlos muy pronto. Las empresas actualmente no se encargan solo de buscar comunicólogos para hacer el trabajo de recursos humanos, también busca gente capaz y experta en el manejo del mensaje en redes sociales y los recursos audiovisuales.

Y, es cierto, la base del estudio humanístico en la UMSS va más ligado al ámbito investigativo, o eso parece, ya que se enfatiza de sobremanera entender y comprender distintas teorías que nunca más vuelves a ver a lo largo de la carrera. Pero, es cierto también ¿Qué sería de nuestra realidad social si no conociéramos a Marx y su capital? Por poner un ejemplo.

Sin embargo, Un solo módulo de filosofía y dos de sociología parece un chiste, teniendo en cuenta la importancia vital de los distintos pensamientos humanísticos que dan origen a las diferentes teorías que luego llevamos en Teorías de la comunicación. Muchos estudiantes ya trabajan en fuentes laborales de acuerdo con su carrera, pero llevan ética recién en séptimo semestre.

La historia la escriben los comunicadores, los periodistas, los redactores, y sin un ápice de conocimiento actualizado, con esta malla curricular, estamos lejos de ser esos escritores. Ya que, y con el paso del tiempo, puedo evidenciar los errores garrafales a la hora de redactar y citar en las normas establecidas para trabajos académicos. Llevamos “Trabajos prácticos” en los cursos propedéuticos, pero a lo largo de la carrera, nunca más vemos que nos enfaticen en perfeccionar la presentación de distintos trabajos.

Muchos llegaron a quinto semestre sin diferenciar entre el Ay, Hay y Ahí, y no por culpa tanto de la estructura de las materias, sino porque en muchas de ellas hay monopolio de notas y aprueban quien lea el libro que escribió el docente y se lo revise un par de vídeos. Y cuando realmente les toca afrontar el riesgo de escribir un ensayo o redactar para un periódico, la manera de hacerlo es tan lamentable que pareciera que nunca en su vida han agarrado un diccionario.

La cultura es parte importante de nuestra sociedad y es constante constructora de la misma, pero en ningún año tenemos alguna materia de apreciación al arte o análisis del discurso literario, o descomposición del discurso musical, o apreciación de la pintura o teorías comunicacionales e historia universal que parten del fruto del arte, lo cual, y como consecuencia, saca profesionales a personas que no tienen ni idea de quien es Baudelaire o quién pintó el Guernica e incluso que, creen que la música comercial es el punto cumbre para nuestra historia contemporánea.

Como vengo diciendo, y para que quede claro, esta solo es mi opinión en base a los años de carrera que estoy viviendo.

No se pueden señalar culpables de este estancamiento, al menos no sin una buena investigación de base, pero con lo que se puede evidenciar siendo un estudiante de base, es el sucio juego político que existe dentro la carrera, con un par de rivales que de ética a la hora de hacer campaña tienen muy poco, invitando cervezas a los estudiantes fuera del campus y comprando votos con notas de aprobación y futbolines o una hamburguesa en tiempo electoral. Pero los estudiantes no actúan solos, en sus espaldas, controlándolos como títeres hay docentes que no están comprometidos con la formación de sus estudiantes, aplazándolos si no tienen su misma opinión u ofreciendo cargos dentro la universidad cuando egresen, e incluso becas, dentro y fuera del país.

Creo, desde mi más profundo pesar a una universidad que siempre he admirado, y una carrera que amo fervientemente, que el problema final no es si se cambia la malla curricular. Las materias que tenemos son esenciales para la formación de un comunicólogo apropiado, quizás en un orden no muy convincente, pero la falta de actualización de estas materias y planes globales de los años 2000 entierran cada vez más la esperanza de muchos de luchar contra un sistema mundial de empleos que exige mucho más cada día.

Si los docentes no se actualizan, no aprenderemos, si los docentes no dejan de lado su politiquería y dejan de actuar por conveniencia, veo complicado una mejora académica y mucho menos una reestructuración de una malla curricular obsoleta. Si los estudiantes no dejan de entrar a las roscas políticas de la universidad solo por tener asegurada la calificación o puestos de trabajo, nunca podremos tener compañeros con un criterio formado que sean competencias directas para la evolución de nuestro desarrollo intelectual, porque lamentablemente el país está manejado por las “muñecas” y el nepotismo. Y nosotros, lamentablemente, es lo primero que buscamos para sobresalir.

Ahora, como jóvenes, nos toca escribir nuestra historia y redactar el futuro del país, pero con un pensamiento mediocre como el que la mayoría de docentes y estudiantes tienen dentro de esta carrera, estamos lejos de ser esos escritores.

Por: Edgar Pierre Rimbaud (Josue Canelas Nova) 


EL PROBLEMA DE COMUNICACIÓN SOCIAL Y LA MEDIOCRIDAD EN LA CRÍTICA EL PROBLEMA DE COMUNICACIÓN SOCIAL Y LA MEDIOCRIDAD EN LA CRÍTICA Reviewed by Dicen por Ahí on agosto 24, 2020 Rating: 5

2 comentarios

  1. Perfectamente descrito, si se realizará una encuesta del porcentaje de profesionales que tiene trabajo como comunicadores pues ni el 30 %. Por que no se tiene la formación adecuada para ello.

    ResponderBorrar
  2. Gracias por darte el tiempo de redactar este artículo. En muchos aspectos del mismo coincido sobre los argumentos que plantea. La malla curricular es obsoleta, no existen más que 3 materias sociales y la politiquería prima sobre la prostituida academia.

    Sin embargo, siento que el artículo no considera un aspecto de la sociedad en general y el contexto en particular; el sistema en el que vivimos tiene tendencias al individualismo.

    Cuando eres universitario no eliges el sistema al que te someten, simplemente lo conoces y lo asumes, (quisiera estar equivocado pero) con la poca experiencia que tienes no te alcanza la fuerza para escapar de la pobredumbre que ha imperado en un espacio que estaba ahí antes de que tu nacieras. No eres capaz de organizarte y armar una revolución por la emocionalidad que esto representa y por el poco conocimiento que se tiene sobre el ejercicio del poder humano, sin contar que a una gran mayoría de tus compañeros solo les interesa la joda y la puteria de algún pueblito perdido de Tarija.

    Sé que no aporto mucho, que estoy solo divagando... Mi única conclusión es que, aunque imperfecta, esta es una carrera. Cuando llegas a los últimos semestres y ves atrás te das cuenta de que la posición en la que estás es fruto de tu relación con el grupo y el compromiso con tu profesión.

    ResponderBorrar