PRESENTACIÓN
Allá por el año 2018, en el mes primero para ser exactos, me tope con un
hombrecito de estatura pequeña, test blanca y mirada tierna, su nombre era
Rafael, al igual que la mayoría de los estudiantes nuevos buscaba el aula donde
comenzaríamos las charlas del curso pre universitario. Rápidamente nos hicimos
amigos pues aquel personaje que me causaba intriga era muy amigable, había
cumplido recién los 18 años y esperaba demasiado de aquel recinto educativo
denominado universidad, sus palabras emocionaban a cualquier compañero que lo
oyera, el carisma de su discurso era impresionante.
A mediados de enero descansábamos
después de rendir un examen de historia, entre charlas sobre los objetivos de
cada persona con la carrera, que para muchos era su ultima opción, ya que ellos
creían que en el pensum de Comunicación Social no se toparían con las
matemáticas, me lleve una gran sorpresa al escuchar la respuesta de Rafito,
como lo apodamos de cariño por su estatura, una frase con determinación dejo en
silencio todos los presentes: “quiero dedicarme a la política nacional, si es
posible llegar a la presidencia”.
Al concluir aquella charla y alejarnos
de los compañeros no tardé en interrogarle por aquella respuesta, con suma
tranquilidad respondió: “sé que no es común y que a muchos no les gusta la
política, pero es porqué los políticos adoran el poder, yo en cambio adoro a mi
país”. Esa frase me dejo pensativo las siguientes dos semanas que restaban del
propedéutico o curso pre universitario.
Al llegar febrero llegaron también los
días de inscripción al primer semestre, Rafito era ya el presidente del
semestre, algo que creí solo pasaba en los colegios, organizó a los cuatro
grupos de estudiantes aprobados y gestiono el orden en la etapa de registro
biográfico, donde desde temprano apreciamos la ineficiencia de la universidad
pública.
Después de aquel evento me separé de
Rafito pues no pudimos tomar horarios similares, transcurrieron tres semestres
para que coincidamos en una clase, su aspecto era diferente la mirada tierna
estaba cubierta por unos anteojos y lucia una barba media en los cachetes, la
vestimenta de adolescente fue cambiada por camisas y jeans, las zapatillas de
tela por zapatos de cuero y aquel discurso de la política nacional por una
“idea de una universidad más moderna”, un discurso recurrente en la
universidad, un discurso que carecía de su carisma, era el partido actuando a
través de él.
Dos elecciones con éxito, ganaron
decanato y un consejo facultativo, lastimosamente no participo como candidato,
era más bien un peón. En octubre el país sufriría una revuelta social porqué se
cometió fraude en las elecciones, estuve presente en las protestas
estudiantiles donde Rafito volvió a brillar por ese carisma que lo caracteriza,
pase todo el tiempo de protesta junto a él y volví a enamorarme de sus ideas,
fueron días duros, pero Rafito no hacía que pierda la esperanza.
Hoy vivimos una pandemia mundial, es 2020 y Rafito tiene 20 años, volvimos a hablar como en el curso propedéutico, Rafito abandonó el partido que militaba en la universidad después de los conflictos por el fraude electoral, dijo: “no representan los ideales por los que luche 21 días, no puedo trabajar en algo que no creo”, no sé si son sus ideales o su carisma, pero me convencieron, ahora él y yo formamos un partido estudiantil y nos lanzaremos al consejo de carrera.
Por Julio Rafael Torrico Orellana
"Este pequeño relato fue publicado a manera de introducción para develar los temas que se tocarán en esta sección del blog: política"
Buenísimo!
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