LOS PROBLEMAS ACTUALES DE LA VIEJA BOLIVIA
Me
permitiría hablar de los problemas actuales, pero la verdad es que la mayoría son
problemas que el país lleva arrastrando años, ¿cómo hablamos de la actualidad
boliviana? Si no existe un país actual. Al igual que en las películas de James
Bond, la trama es la misma, pero el actor cambia en cada filme, en el 52 fue
Paz Estensoro y la reforma agraria, después las temidas dictaduras militares y
el autoritarismo de las mismas; llegó el 82 y recuperamos la democracia, la
crisis económica hace desistir al gobierno de la UDP; vuelve Paz Estensoro en
el 85, la crisis se encubre; el 2000 la guerra del agua con Banzer; el 2003
llega Goni, nos encaja la guerra del gas, revueltas sociales y asume la
presidencia Carlos Mesa, desiste en 2005; Evo asume el mando del país en 2006,
otra vez autoritarismo, el pueblo se revela en 2019 y Evo renuncia; asume la
presidencia Jeanine Añez y ¿adivinen qué? Crisis política, social y por si eso fuera
poco, de salud.
Existe
un patrón que describe los problemas bolivianos a cabalidad: “democracia”,
seguida de autoritarismo, recuperación de la democracia y crisis. Los últimos casi 60 años estuvimos envueltos
en el mismo ciclo. Se siguen viviendo las ideas del siglo pasado con una fecha
actual, el cambio tecnológico y arquitectónico no garantiza modernidad,
progreso tecnológico no es sinónimo de progreso social.
Se
habla de respeto a 36 etnias o pueblos indígenas que están reconocidos en la
Constitución Política del Estado, sin embargo, se las utiliza como ovejas de un
rebaño para defender una vaga ilusión de volver a gobernar el país, hablando
propiamente de la táctica utilizada en los bloqueos por el Movimiento Al
Socialismo.
Lo
único nuevo que se puede percibir es la conformación de grupos armados que
actúan al margen de la policía o los militares, eso tiene una explicación
coherente, las personas no se sienten seguras con la protección del Estado y
buscan defenderse, algunas de imaginarios creados por el odio inculcado,
personas afines al MAS, otros por temor a las barbaridades que causa ese odio.
En todo caso el plan de pacificación planteado por la presidenta Jeanine Añez
fracaso en el momento que demostró ser de la misma clase política del MAS, en 9
meses de gestión pudimos apreciar las mismas acciones que se criticaban al
expresidente Evo Morales.
No
es necesario que Jeanine Añez renuncie a la presidencia, sería un sueño hecho
realidad para el Evito, lo correcto e ideal en esta situación es la declinación
a su candidatura, no por no tener derecho a participar, sino porque se ocupa de
hacer campaña antes de atender los problemas del país.
Por Julio Rafael Torrico Orellana
No hay comentarios.