LAS PROPUESTAS ECONÓMICAS QUE NECESITAMOS
Artículo #1
´´La austeridad es una de las grandes virtudes de un pueblo inteligente´´
Solón
Con las elecciones de octubre prácticamente a la
vuelta de la esquina, sin duda alguna la economía junto a la estabilidad
institucional y la salud, es uno de los ejes más importantes a considerar al
momento de escoger al que será el próximo mandatario de la nación.
En general todas las fuerzas políticas que están en la
carrera hacia palacio quemado tienen propuestas económicas parecidas, lo cual a
su humilde servidor le parece preocupante, abogan en favor de políticas de
tendencia keynesiana que consisten en aumentar el gasto público e inyectar
dinero a la economía para su ´´reactivación´´, a simple vista y en especial
para aquel que desconoce de ciencia económica estas propuestas parecen
atractivas, pues hacen creer a la población que la solución viene
necesariamente del impulso a cargo del estado.
Las propuestas suelen ser: estímulos a la industria,
industrialización, subsidios, creación de ministerios y bonos, todas estas
propuestas son bien vistas y en caso de no ser suficientes, para muchos, la lógica
solución es simplemente el aumentar las cantidades destinadas a estas políticas,
pero la pregunta que nadie se hace es: ¿De dónde saldrá el dinero necesario
para costear estas políticas?
Los estados tienen por así decirlo tres formas de
financiar sus gastos, la primera son los impuestos, los ingresos que obtiene
por parte de los productores, ósea el sector privado, en esta categoría también
se incluye los aranceles, a su vez también se puede mencionar las regalías por
el gas y la minería que en nuestra nación son vitales, estos ingresos son los
que sostienen el aparato burocrático, las inversiones y programas
gubernamentales, cuando estos ingresos superan los gastos podemos ahorrar esa
cantidad de dinero para el futuro.
¿Pero qué sucede cuando los gastos son superiores a
los ingresos? Pues la idea más lógica es disminuir el gasto para tener una
cartera equilibrada, pero seamos sinceros, las políticas de recorte de gasto no
son atractivas para los votantes y los políticos no se arriesgarán a perder su
status poniendo en práctica estas medidas que suelen ser más saludables para el
país en post de evitar problemas más grandes en el futuro.
Entonces ¿Cuáles serían las otras dos formas de
financiar su gasto? La segunda son los préstamos, tanto del banco central, de
bancos privados externos o instituciones internacionales, esta medida puede ser
un alivio en el corto plazo, pero es insostenible en el tiempo, dado que uno no
puede vivir de constantes préstamos y porque tarde o temprano esos préstamos
deben ser saldados, lo cual en el mediano y largo plazo llegarían a ser una
carga para la economía.
La tercera forma de financiar los gastos del gobierno,
es la emisión monetaria, que el gobierno comience a imprimir dinero e
inyectarlo en la economía, esta medida normalmente desesperada tiene como
consecuencia una inflación, lo que significa un aumento generalizado de los
precios, lo que deriva en que el poder adquisitivo de las personas se vea
afectado, esto quiere decir que si antes con 3Bs compraban una libra de tomate,
esos mismos 3Bs después solo compren media libra y así sucesivamente, Bolivia
ya tiene una muy mala experiencia con este tipo de medidas, no se debe olvidar
la hiperinflación de los 80s, otra consecuencia es que los ahorros de las
personas prácticamente desaparezcan, ya que 1000Bs ahorrados podrían perder su valor
y de esta manera dejar de valer, lo cual a su vez desincentiva la inversión, ya
que las personas preferirán gastar su dinero y no así ahorrar para luego
invertir.
Las últimas dos formas que usa el gobierno para
financiarse, logran un alivio en el corto plazo, pero luego deriva en problemas
sistemáticos, que para nada justifican el uso de estas medidas.
En la coyuntura actual, donde las consecuencias
económicas tanto de la pandemia como de la inestabilidad política del último
año ya no se harán esperar, debemos pisar tierra y tomar medidas serias, los
ingresos del país han disminuido en gran medida, por lo tanto obviamente no es
momento de gastar más, todo lo contrario, es hora de apoyar la austeridad, esto
significará un reajuste económico que no nos gustara saborear, pero la búsqueda
de políticas mágicas que vayan a solucionar los problemas, en el mejor de los
casos los aplazaran y para cuando no se pueda huir más de ellos, ya serán muy
grandes.
Como votantes responsables debemos pedir que el
gobierno deje de gastar tanto, dinero que sin importar el color se va perdiendo
en corrupción y solo benefician a los amigos del que están en el poder, pidamos
una reducción drástica del gasto que permita una reducción de impuestos, que
seguramente significara un mayor alivio para la Pymes que un subsidios o
préstamo, esto nos permitirá un recuperación rápida de una crisis inevitable.
Por: Esteban Eduardo Burgoa Cardozo
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