¡VAMOS A QUEMAR TODO!

 

Erika Martínez, es una madre cuya hija fue víctima de violencia sexual cuando tenía siete años. Esta mujer encabeza la toma de la CNDH (Comisión Nacional de los Derechos Humanos) junto a otras personas que sufren las mismas situaciones. El colectivo feminista se une ante esta situación, porque una de las principales luchas para el feminismo es combatir la violencia sexual. Vamos a quemar todo

Además de las exigencias individuales para apoyar a los diferentes casos, se exige la renuncia de la titular de la CNDH, Rosario Piedra.

En los diferentes estados otros colectivos inspirados por las acciones de sus compañeras, realizan tomas simbólicas como modo de protesta ante el escaso e inútil sistema de justicia que no puede resolver ni el 30% de todas las denuncias que llegan a la institución.

Al menos 60% de las mujeres latinoamericanas sufren de violencia sexual, física, emocional o económica.

El 40% de las mujeres que confirmaron sufrir de violencia sexual, aseguran que fue por parte de un desconocido.

Esta respuesta agresiva y radical solo es fruto de un Estado que no tiene la capacidad de establecer políticas que logren frenar el abuso. En México el feminicidio es algo que preocupa intensamente, porque al menos diez mujeres al día son asesinadas.

Es aquí cuando las palabras “y si quemo, y rompo, y hago un pinche despadre en esta ciudad ¿Cuál es su pinche problema? A mí me mataron a mi hija, yo no soy una colectiva, ni necesito un tambor, ni necesito un pinche partido político que me represente, yo me represento sola, y sin micrófono. Yo soy una madre que me mataron a mi hija, y sí, soy una madre empoderada y feminista. Y estoy que me carga la chingada, tengo todo el derecho a quemar y a romper”.

Todos los días mueren mujeres a causa de la violencia de género.

“Se te van a acabar las lágrimas, lo que no se tiene que acabar es la rabia y la sed de justicia”.

 Por: Nivia Saravia Santos.